La investigación geofísica es un método para deducir las condiciones del subsuelo a través de la observación de fenómenos físicos, bien sea naturales o artificiales, directa o indirectamente relacionados con la estructura geológica del subsuelo (p. ej. Imai, 1975). Originalmente fue desarrollada como un método efectivo para la prospección del petróleo y otros depósitos de minerales.
La prospección geofísica consiste en la aplicación de las ciencias físicas al estudio de la parte más superficial de la corteza terrestre, que puede ser explotada por el hombre. Este estudio puede tener como objetivo la búsqueda de toda clase de recursos minerales útiles al hombre, así como la resolución de problemas puramente geológicos o geotécnicos.
La prospección geofísica consiste en la aplicación de las ciencias físicas al estudio de la parte más superficial de la corteza terrestre, que puede ser explotada por el hombre. Este estudio puede tener como objetivo la búsqueda de toda clase de recursos minerales útiles al hombre, así como la resolución de problemas puramente geológicos o geotécnicos.
El mapeo de una anomalía geofísica puede significar el descubrimiento de una formación geológica apta para la explotación industrial. Además, la información detallada proporcionada a través de una prospección permite caracterizar cuantitativamente el terreno prospectado de acuerdo con ciertos parámetros físicos, lo que es un valioso apoyo para tomar decisiones correctas relacionadas con el uso del suelo.
Existe una gran variedad de técnicas en el empleo de la geofísica en la ingeniería civil, y el uso de una o varias técnicas dependerán de la aplicación a cada caso específico. Así, las diversas técnicas aplicables pueden ser las siguientes:
- Métodos Geoeléctricos
- Métodos Electromagnéticos
- Métodos Gravimétricos
- Métodos Radiométricos
- Métodos Sísmicos